miércoles, 21 de agosto de 2013

Truenos

Mi mente no está tranquila. Nunca duerme ni se detiene a dejar de andar, no desiste. Nunca encuentro una razón para hacerlo, porque no entiendo muchas cosas todavía; no comprendo la vejez ni los recuerdos. No los conecto.

Tiendo a regresar al pasado muchas veces, como un viajero más. Me siento frente a mis propios ojos, para verlos llorar. Camino frente a ellos, como si no los conociera; y los dibujo a mano alzada, sobre un manto de seda.

Me confunde imaginar ciertos momentos, intensificar las texturas del desvelo y los días y las noches juntas, hechas puño contra un mural de piedra caliza que poco a poco se deteriora frente a un un huracán de pensamientos en contra del gobierno de mis secretos. Uno a uno se conocen poco a poco.

¿Qué quedó de mí? Antes no era como hoy, quizá porque nunca pensé existir en el futuro. Es como si ustedes vieran al de hoy, pero con mente de ayer, soñando en un mañana: todo bajo un solo disfraz llamado reflexión.  Enormes rayos reflexivos de luz que me iluminan los ojos, que hacen perseguir la luz y renunciar a la oscuridad de mi soledad, y ambientarme en lugares extraños, conocer entes ajenos a mi cerebro. No comparto ideas, sino pensamientos -y recuerdos- que nunca supero.

Camino. Lento. Volteo. Rápido. Y nunca duermo. Nunca duermo. Solo me Detengo de recordar que cada cosa que creo tener, no la tengo. Que cada cosa que quiero soñar, la tuve en algún momento, y no hago más que imaginar cuándo pudo haber pasado todo eso.

No he sido yo en ningún momento. Pues el "yo", en alguna parte de mi alma misma, se divierte solo. Sin pensar. Está dormido. Nunca sueña, pero vive...

Vive lejos de este espejo. Alejado de los cristales, sin complejo alguno; resiste bajo el agua del arrepentimiento. No se condena a sí mismo. No desiste del intento por sentirse cada vez más vivo. No se lamenta de intentar cuanta cosa pueda. No es perfecto, o al menos no lo aparenta, pues no le interesa.

Parece que al final de ese corto pasillo alguien me espera; tengo miedo de salir y ser yo mismo. Me duele el ojo derecho y la mano izquierda. Estoy succionado contra un viejo, pero robusto, respaldo de madera y no pienso salir de aquí, no al menos que la luz sea la de la ventana, proveniente del mismo Sol, que me dé fuerzas. No quisiera verme enmedio de esta oscuridad. No pudiera encontrarme. Tengo miedo de salir y perderme de cosas. Por eso lo escribo. Escribo un sentimiento, porque he dejado de pensar. Estoy enmedio de un agujero enorme y sigo escuchando pasos que sé que no son de los presentes, no de los que conozco. Dos mujeres, bueno tres; un perro blanco y un mar de cosas que tal vez se me vengan a la muerte. No pienso dejar de escribir cada detalle, pero me aterroriza regresar al pasado/presente que me permitiría contarles cómo y por qué esta noche, simplemente, no puedo seguir durmiendo.

viernes, 19 de julio de 2013

Enamora

No hay mal que por bien no vuelva
Porque el amor, enamora.
Enamora a los sin paz
A los llenos de sobras
A los cantantes y a las canciones
Los devora.

Y los seres, que habitamos felices
Entre las cortinas y largas luces
Luces de sombra que maquillan
Mejillas
Dulces.

Dulce fragmento
Fragmento de aroma, para vos
Y para más o menos decirte
Que no me encuentro
Descontento.

Álgido, agridulce
Como el jazz
Como el adiós, existencial
Cuántas veces van ya
Cuántas vienen, y se van.

Cuentas tengo
De diez o de más
Palabras que tu boca no sanará
Ni acudirá al recuerdo
Se empapó de olvidos...

Olvidos que en la banca de acero
La de la izquierda, partes amarillas
Y quehaceres domésticos
Te regalaría.

Ya no me entiendo.
Entre menos vivo, más cuerdo

domingo, 14 de julio de 2013

I'm keeping (existentialism down)

Life's about nothing
I can't recall
the times I've met you
In other life
With other sky
Sky is orange
My eyes are blind

The sun is rising my mind is high
Way above your mistery
Way above mine

I'm on the surface
I can'recall
How many flowers
Can pass me by
Around my circles, around my eyes
My lonely life

And then you think
Existentialism is taking me up
I say OK
I'm putting existentialism down
Down
Down

martes, 18 de junio de 2013

Sebas

-Qué asombro, ¡me impresiona verme de repente!
Le comenté de repente. Al verlo caminar pausado hacia nosotros. Éramos una sola masa de inservibles vagabundos del mural. Las esferas son enormes, pero no ves el camino de salida y luego te das cuenta que los cielos son solo uno después del otro. Y lo que todo da vueltas es el oro; el mimbre y los bellos nenúfares que irrifan a todos los demás porque siempre sonarán contigo, aquellos recuerdos de aquel komento. Y eso jofue lo wue pasó peeo todo se derrite, arriveverchi lora

jueves, 11 de abril de 2013

Cielo

Un beso color cielo
Y un galopar del mártir
Una lista de placeres
Y un te quiero, cielo

Porque cielo son ellos
Tus amaneceres y anocheceres
Aquellos días inertes
Y un te quiero, cerca

Siempre, siempre anhelo
Ver tus ojos color cielo
Y arroparme en tus brazos
Y un te quiero, para ti

Porque mi cielo ahora
No es de los pájaros
Ni de los atardeceres
El cielo son tus ojos

Enamórate de ellos
A través de los míos
Ser tu infinito
Y besarte, a besos

Un te quiero, un cielo y tus dos ojos
Yo pongo los besos

domingo, 30 de septiembre de 2012

zap y roma

Nunca sé cómo comenzar algo. Pero mientras la gente pasa, y pasa, yo escribo. Fue una situación que se salió de mi marco de referencia: ella estaba sola, por su lado; yo, con una bolsa llena de recuerdos benditos, que traduje a lenguas remotas como el "tequierocerca" y me dediqué a contactarla. De una forma poco sensible, pero sincera. Ambas palabras describen opuestamente lo que fugazmente sentí. Esperé, pues al primer intento fallido, mi almohada quiso contarme un secreto. Y ahí estaba: con mis jeans, camisa formal, y una sonrisa interna dentro de una piscina muy cálida, como si el sol hubiese dormido debajo de ella. Y ahí estábamos: libres, sin prejuicios, con un sentimiento que no sé cómo se llama. La pasaba bien. Lo pasé bien y esto continúa. Caminamos. Frente al mar nos reivindicamos y pudimos ser nosotros. Nadie observaba, y parecía, por momentos, que el sol cuidaba de forma radiante nuestras espaldas. Nos mirábamos sin voltear de lo que nuestra mente ideó como un perfecto panorama. Había muy poca gente, y eso nos hizo sentir, en cierta forma, los dueños del mar. Caminábamos. Y la abracé de una forma ideal, que permitió una especie de contacto muy volátil, guiado por la escasa brisa marina. Mágico, pensarán solamente aquellos dos entes oscilantes entre la arena mojada, caracoles y ostras que a veces obstruían el paso. Escapábamos del sol, nos dirigíamos hacia la nada, y justo mi mente comenzaba a despejarse para decirle "adiós". Quería despedirme para siempre, tenía que hacerlo. Pero un bloqueo apareció de repente: mis manos se desequilibraron, mis retinas amanecieron, y no pudieron evitar tomar de la mano a esa hermosa, perfectísima persona. Nos tomamos de la mano como un par de caminantes sin destino: libres de cada situación incómoda, sin importarnos lo que pensaría el mundo; este era nuestro. Sonreíamos, y bailábamos al son del salitre que sutilmente acariciaba su bello rostro de divinidad y apaciguante libertad. Quise decirle todo esto, y quizá lo hice; admiré cada una de sus palabras. Simplemente me dejé maravillar por sus detalles que flotaban por el aire, y se incrustaban violeta, pero a la vez tan sutilmente, por cada uno de mis poros. Recordé cada detalle, cada momento, incluso le obssequié una pequeña flor que, solamente demostraba que soy capaz de luchar contra la naturaleza misma, con tal de admirar su presencia tan fuerte, que late tanto dentro de mí como ninguna otra. Veo parejas pasar, tan felices, tan temprano... ninguna de ellas se imagina que pudieran podido envidiarme de una forma negativa y corto punzante. Andábamos solamente, y la tomé de los hombros, la acerqué delicadamente a mi torso desnudo: la abracé. Y el mundo giró en torno a ese maravilloso momento. No necesité más ¡ni siquiera me fumé un cigarrillo! Ni siquiera los traía conmigo. Tan feliz puede llegar a hacerme sentir. Sentir: podría considerarse, en este momento, convertirse en el placer y retribuirlo con un pecado capital. Y de repente, los muy opuestos polos, se unieron y llenaron de color al mundo. Ni siquiera el más salvaje animal podría rehusarse a detenerse y apreciar aquella energía de colores, sabores y olores maravillosos. Todo fue tan volátil. Esporádico el momento, dichoso momento, en el que nuestras almas cedieron de forma equitativa, y el mundo fue más brillante. Caminamos de regreso al inicio, y lo finito se hacía notar con mucho temple. Era hora de regresar, no sin antes estrujar sus caprichos y esforzarme por endulzar aun más su sonrisa perfecta. Le pedí perdón, desde el fondo del alma. Por desenfocar mi mirada hacia su ser, por creerme, en cierto modo sentirme, inferior e impotente al saber llevar su situación con mi ambición de querer ser algo más que "alguien". Lo hice, pero no lo dije. Clásico y graso error. Muy idóneo para ignorar una buena intención de su parte en aceptar. Manejaba, y no supe despedirme. Le dediqué un poema que escribí a través de su sonrisa que tanto me gusta. Me debilita. Y estrujé su sueño, pues tenía mucho. Y deseé ser uno de ellos. Y no le dije adiós; me despedí, por diplomacia, pues tenía que volver a la realidad. Y no hice más que demostrar el ademán que no denota más que dos "sentires" que solo ella -hasta la fecha- me ofreció, pero no pude aceptar. ¿Entendiste?

miércoles, 30 de mayo de 2012

Estupideces mias pero tuyas

Cuántas veces yo quisera subir
a través del puente llenito
llenito, de escamas verdes
que camuflan la naturaleza escondida
detrás de sus ales
cuántas veces quisiera
acariciarte
essutiarte, de lejos, eres un arte

Pcoco a poco la m{usica comienza
a descalibrarme de a poco
a desalentarme de a mucho y
+ki qye oas{o as reak nebte es denasuadi yb esoacui vacui heb ek cyak ne estit catebdi salvame por favors


esto es alucinante
no puedo abrir los ojos, mas los tengo cerrados
una mano me esta abrazando
veo serpientes que se suben a mi cuerpo y siento un hormigueo intencso en el el cuello es horrible el terror que siento


paniqueo horrible
los demoniso me quieren llevar